En pacientes con dolor de rodilla deben buscarse puntos gatillos en musculo cuádriceps derecho, se pueden inyectar los puntos dolorosos con aguja de 27G x ¾ ”, con una profundidad de 1 cm.
Se pueden inyectar los puntos trigger pesquisados al examen físico. Es fundamental la técnica de palpación en pinza del músculo afectado y el uso de la mano no inyectante para estabilizar la zona y evitar movimiento del paciente durante el procedimiento. Se recomienda utilizar una aguja de 25G x 1 ½” o 27G x 1 ½”
Se pueden inyectar los puntos trigger pesquisados al examen físico. Se debe tener precaución de inyectar a una profundidad que esté distante del ápex del pulmón para no generar un neumotórax. Para esto es fundamental la técnica de palpación en pinza del músculo afectado y una leve angulación de la aguja. Se recomienda utilizar una aguja de 27G x ¾”
A nivel de la muñeca, el nervio mediano se localiza entre los tendones de los músculos palmar mayor y palmar menor (o palmar largo). Se debe localizar el tendón palmar largo a nivel del pliegue de la muñeca y la infiltración se realiza a los lados del tendón, 2 puntos por medial y 2 por lateral, en la capa subcutánea con aguja de 30G x ½”.
No se puede puncionar directo el tendón aquiliano por riesgo de rotura de tendón, pero se puede inyectar a nivel peritendineo en capa subcutánea, 3 puntos a cada lado del tendón, con aguja 30G x ½”.
No se puede puncionar directo el tendón patelar por riesgo de rotura del tendón, pero se puede inyectar a nivel paratendíneo en capa subcutánea, 2 puntos a cada lado del tendón, con aguja 30G x ½”.
Las inyecciones subcutáneas pueden ser una alternativa cuando las inyecciones intraarticulares no son recomendadas por motivos prácticos, por ejemplo, en las articulaciones de los dedos. En este caso se pueden realizar inyecciones en capa subcutánea de la zona dolorosa, por la cara dorsal de los dedos.
(Si hay rizartrosis, se puede puncionar la tabaquera anatómica).
Las inyecciones subcutáneas son más seguras, menos dolorosas y menos traumáticas para el cartílago articular. La experiencia sugiere que las inyecciones regionales subcutáneas pueden regular el dolor en estructuras más profundas, en este caso, las articulaciones.
Se recomienda utilizar una aguja de 30G x ½”.
Habitualmente se inyecta en la capa subcutánea, en cuatro puntos diferentes durante cada sesión. Se utiliza una aguja de 30G x ½”, con un volumen de 1.5 ml por punto.
Se puede inyectar en capa subcutánea a nivel del codo 4 puntos con una aguja de 30G x ½” y un volumen de aproximado de 1ml por punto. (puntos inferiores en la imagen)
En caso de existir puntos miofasciales en los músculos extensores de la muñeca, se puede inyectar en la capa muscular a ese nivel (3 puntos superiores en la imagen). Se utiliza una aguja de 27G x 1 ½”.
La inyección se puede realizar en los músculos paravertebrales (capa intramuscular) con aguja de 27G x ¾” o 27G x 1 ½”
La actividad del punto gatillo del ligamento supraespinoso es una causa común y fácilmente pasada por alto, de dolor en región lumbar. Los ligamentos supraespinosos de la espalda baja son fáciles de encontrar y seguros de inyectar. Para inyectar el ligamento supraespinoso se puede utilizar una aguja de 30G x ½”.